En medio de crecientes presiones internacionales para que Rusia mueva ficha de una vez, el enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, se ha reunido este viernes en San Petersburgo con el presidente ruso, Vladímir Putin, para intentar relanzar las negociaciones para una tregua en Ucrania. Aunque el presidente Donald Trump ha instado a su homólogo ruso a “moverse” para poner fin a una guerra “terrible y sin sentido”, el Kremlin advertía desde antes del encuentro que no esperaba ningún “avance” concreto.
“No hay que esperar avances”, dijo el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, poco antes de la reunión, la tercera del enviado estadounidense con Putin. “Existe un proceso de normalización de relaciones y un intento de allanar el camino para iniciar un proceso de paz en torno a Ucrania. Las partes intercambian posturas”, agregó. Ya la ronda de consultas ruso-estadounidenses en Estambul la víspera concluyeron sin ningún acuerdo concreto, informa la agencia Efe.
Un impasse que confirma los peores temores de los aliados de Ucrania. “Hoy se cumple un mes desde que Rusia rechazó el acuerdo propuesto por EE UU”, recordó este viernes el secretario británico de Defensa, John Healey, en el encuentro del Grupo de Contacto para Ucrania en la sede del la OTAN en Bruselas. Moscú “dijo que quería paz, pero sigue arrastrando los pies y retrasando las negociaciones, mientras sigue atacando a Ucrania”, denunció Healey. “A medio plazo, la paz en Ucrania parece fuera de alcance”, corroboró el ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, coanfitrión junto con Healey de la cita bruselense, donde el más de medio centenar de países participantes reiteró su voluntad de seguir reforzando las capacidades militares ucranias.
De hecho, se felicitaba la alta representante para Política Exterior y de Seguridad de la UE, Kaja Kallas, los más de 21.000 millones de euros en ayuda militar ya comprometidos por los países del Grupo de Contacto en lo que va de año superan el total de lo asignado en 2024. No obstante, no es suficiente, se subrayó en la cita de ministros de Defensa en Bruselas, celebrada un día después del encuentro de la treintena de países que conforman la “coalición de voluntarios” para Ucrania en el mismo lugar, y en el que, como este viernes, hubo consenso en la necesidad de aumentar la presión a Rusia para que mueva ficha de una vez.
“En este momento, más que nunca es necesario continuar con el apoyo a Ucrania y dar una imagen de determinación y unidad frente a Rusia”, declaró a periodistas la ministra de Defensa española, Margarita Robles. Sobre todo porque 2025 será un “año crítico para la guerra en Ucrania”, por lo que los socios de Kiev, desde la industria armamentística a los ejércitos y los gobiernos, tienen que dar “un paso adelante”, insistió por su parte el británico Healey. “Lo estamos haciendo. Juntos estamos enviando una señal a Rusia y estamos diciendo a Ucrania que estamos con vosotros en la lucha, y estaremos con vosotros en la paz”, agregó.
Liderazgo europeo
A la cita acudió el ministro ucranio de Defensa, Rustem Umerov, que saludó el incremento de los compromisos europeos. “Vemos que Europa toma el liderazgo en la ayuda a la seguridad ucrania”, indicó. Tampoco es que haya mucha alternativa. Aunque los participantes valoraron positivamente la participación —por videoconferencia— del jefe del Pentágono, Pete Hegseth, este volvió a dejar claro, aunque en términos aparentemente algo más diplomáticos que cuando vio a los socios de la OTAN el pasado febrero, que el foco de atención de Estados Unidos está en el Indo-Pacífico y que Washington espera que Europa asuma la carga de la ayuda militar a Kiev.
Su mensaje ha sido que “EE UU apoya que se llegue a un acuerdo de paz lo antes posible, que tiene que ser rápido pero también negociado y que cree que la respuesta no puede ser en el campo de batalla, sino por la vía del diálogo (…) Mientras tanto, ha dicho que la prioridad en este momento para Europa tiene que ser seguir apoyando a Ucrania”, detalló Robles la conversación con Hegseth.
Zelenski quiere comprar Patriot
También en videoconferencia, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se dirigió en la tarde de este viernes al medio centenar de países que forman este Grupo de Contacto para pedir una decena de los sistemas de defensa antiaérea Patriot y más munición para utilizarlos. Fabricados en Estados Unidos, pero en los arsenales de muchos de los países aliados, este armamento es uno de los más eficientes para interceptar los misiles balísticos más veloces, como los hipersónicos Kinzhal que utiliza con frecuencia el ejército ruso contra territorio ucranio, informa Óscar Gutiérrez.
Poco antes de su comunicación con esta cita celebrada en Bruselas, Zelenski grabó un vídeo desde el búnker de un colegio de Krivói Rig, su ciudad natal, escenario de la muerte de 20 personas el pasado viernes en un ataque ruso, en el que ha informado de que durante su última llamada con Trump, hace tres semanas, trasladó al mandatario norteamericano la necesidad de contar con una decena más de sistemas Patriot. “Ucrania no solo lo pide”, señaló el presidente ucranio en el vídeo, “estamos dispuestos a comprar los sistemas adicionales adecuados”. Es la primera vez que Zelenski manifiesta la disposición de su país de comprar estas baterías antiaéreas.
“Son armas poderosas en las que se puede confiar para proteger la vida, teniendo un vecino como Rusia”, continuó. “Para que los niños ucranios puedan estudiar con seguridad simplemente en la escuela, como en Estados Unidos, como en todas partes de Europa, y no en aulas subterráneas”. Ucrania cuenta en la actualidad con seis sistemas Patriots distribuidos por el territorio para la defensa de las ciudades. Según los cálculos de Kiev, se necesitarían entre 25 o 30 de estas baterías para garantizar la seguridad del país.
En un encuentro esta semana con un grupo de periodistas, Zelenski manifestó que en la conversación mantenida con Trump ya reclamó al republicano que estos 10 nuevos sistemas Patriot podrían servir de garantías de seguridad en el marco de las negociaciones en curso. “Esto nos ayudará después de que termine la guerra, es una garantía de seguridad que Ucrania esté cubierta por defensa aérea”, dijo el presidente ucranio.
Tanto Alemania como Reino Unido anunciaron este viernes nuevos paquetes de ayuda militar a Ucrania, pero en ningún caso incluyen los anhelados Patriot —Pistorius admitió desde Bruselas que Alemania también espera la llegada de esos sistemas de defensa estadounidense—. Berlín, no obstante, enviará a Kiev cuatro sistemas de defensa antiaérea adicionales del tipo Iris-T, junto a 10.000 piezas de munición de artillería.
El secretario de Defensa británico adelantó un nuevo paquete de ayuda militar por algo más de 400 millones de euros para adquirir sistemas de radar, minas antitanque y “cientos de miles” de drones. A ello se unen otros 170 millones de euros para “mantener y reparar equipo del campo de batalla”, una iniciativa con la que confía poder ayudar a reparar hasta 3.000 vehículos armados ucranios. Estas partidas se enmarcan en el paquete de 4.500 millones de libras (casi 5.200 millones de euros) que ha presupuestado el Gobierno de Keir Starmer en ayuda a Ucrania, la cifra más alta desde el comienzo de la guerra, subrayó Healey.
Pistorius, por su parte, anunció la puesta en marcha de una nueva coalición de países dentro del Grupo de Contacto, esta vez para apoyar a Ucrania en el campo de las telecomunicaciones, tanto para proteger las propias como para perturbar las del enemigo. Además de Alemania, participarán Francia, Italia, Polonia, Dinamarca, Letonia, República Checa y Noruega.
Un esfuerzo necesario, subrayó el alemán, ante el desafío que supone la guerra iniciada por Rusia más allá de los combates ucranios. “Ucrania se ha convertido en el epicentro de un conflicto más amplio, un conflicto entre la libertad y la opresión, entre el reconocimiento de estándares globales y un imperialismo agresivo. Entre democracia y autoritarismo, hablamos de si en las relaciones internacionales prevalecerá el Estado de derecho o la ley del más fuerte”, dijo Pistorius. “Es hora de que nos demos cuenta de lo esenciales que son esas cuestiones. Sobre todo en vista de que la ventana de oportunidad pueda abrirse para retomar las negociaciones”, agregó, poco antes de que aterrizara el avión de Witkoff en San Petersburgo.