La reestructuración que el PSOE afrontará los próximos meses ha desencadenado la crisis más grave entre Ferraz y una de las federaciones socialistas desde que Pedro Sánchez fue reelegido secretario general en 2017. La aprobación este jueves de los socialistas de Castilla y León, donde se da por hecho que Luis Tudanca, secretario general desde 2014, se presentará a la reelección, de un calendario de primarias que podría quedar resuelto a finales de octubre ha provocado la reacción durísima, y sin precedentes en los últimos años, de la dirección federal. La comisión de ética y garantías del PSOE ha suspendido a última hora de la tarde de este viernes el proceso de primarias, con el argumento de que los procesos congresuales autonómicos deben celebrarse tras el 41º Congreso Federal que tendrá lugar del 29 de noviembre al 1 de diciembre en Sevilla. Contra la decisión no cabe recurso alguno ante ningún otro órgano interno, según la resolución del órgano a la que ha tenido acceso EL PAÍS. “Acato, aunque no comparta, la decisión de Ferraz. Por respeto a este partido al que tanto quiero. Mi compromiso como secretario general es defender, hoy como siempre, la voz de la militancia, la de Castilla y León, a la que hoy se ha impedido ejercer suspendiendo las primarias”, ha expresado Tudanca en un comunicado. El líder territorial confía que la secretaría de organización federal, que depende de Santos Cerdán, “convoque cuanto antes el proceso de primarias autonómico que ha suspendido”.
El movimiento de la federación de Castilla y León se interpretó desde el primer momento como un desafío a Ferraz y cogió por sorpresa en la sede central del PSOE, donde pretendían que los procesos de renovación o consolidación de liderazgos territoriales se efectuasen una vez pasado el Congreso Federal de la capital andaluza y en el que Pedro Sánchez será confirmado por aclamación para un nuevo mandato al frente del principal partido del Gobierno.
El comité autonómico refrendó el calendario propuesto por la dirección de la federación castellano y leonesa por 105 votos a favor, 14 votos en contra y 11 abstenciones en una reunión que comenzó apacible y terminó muy tensa. Javier Izquierdo, miembro de la ejecutiva federal, pidió la palabra, según fuentes presentes en su condición de integrante de la dirección de Ferraz y en nombre del secretario general ―es decir, de Sánchez― y objetó que el calendario era contrario a los estatutos del PSOE. El secretario provincial de León, Javier Cendón, que pertenece a la dirección del grupo socialista en el Congreso, fue más tajante y afirmó que eran antiestautarios, según varios asistentes. El resto de secretarios provinciales que intervinieron respaldaron la hoja de ruta del proceso orgánico. Los votos en contra o en blanco fueron de cuadros críticos con Tudanca y de integrantes de la corriente de Izquierda Socialista. “La convocatoria ha sido escrupulosamente estatutaria. Tanto es así que fue idéntica a la del último proceso congresual y con plazos idénticos a la convocatoria del Congreso Federal. Esta resolución haría nulos todos los Congresos Autonómicos celebrados en 2021″, ha alegado Tudanca tras la cancelación de las primarias.
En la cúpula del PSOE de Castilla y León rechazaban desde que se inició la crisis que su propuesta fuese en contra de los estatutos e insistían en su respeto a los procedimientos internos. Desde la ejecutiva federal trasladaban en cambio que iban estudiar si revocaban la decisión tomada en Castilla y León “para velar por las garantías de los militantes y la aplicación de los reglamentos y estatutos del partido”. Ferraz ha impuesto su voluntad a toda velocidad, sin dejar que transcurriera más que un solo día. La dirección de la federación castellano y leonesa discrepa y recuerda que Tudanca ya acudió reelegido como secretario general al anterior Congreso Federal, de octubre de 2021 en Valencia, y discrepan de que ahora no sea posible. Otro argumento que dan es que no han interferido en el proceso de reelección de Sánchez, que el lunes presentó los avales, superando el tope establecido del 6% del censo, para revalidar la secretaría general.
La federación de Castilla y León esperó también a que se completase ese proceso para celebrar el jueves su comité autonómico, que aprobó además que el Congreso autonómico sea el 25 y 26 de enero en Palencia, dentro de la horquilla de fechas que Ferraz ha propuesto. Los estatutos del PSOE establecen que “los comités regionales, de nacionalidad o autonómicos convocarán sus respectivos Congresos, que habrán de realizarse tras la celebración del Congreso Federal en un plazo inferior a 90 días”. El comité federal, máximo órgano de decisión del PSOE entre congresos, aprobó en su última reunión del 7 de septiembre el calendario de Congresos: el plazo para elegir a los barones territoriales tiene como fecha límite el 23 de febrero. Los secretarios provinciales se elegirían a lo largo del siguiente mes.
El pulso inesperado de Tudanca y la respuesta de Ferraz evidencian la tensión hasta ahora latente en varias federaciones del PSOE enfrentadas con mayor o menor intensidad a la dirección federal. La intención de la federación de Castilla y León era que la presentación de precandidaturas se realizase del 8 al 15 de octubre. La recogida y presentación de avales sería del 16 al 26 de octubre y la proclamación de candidatos los días 27 y 28. En caso de que surgiese una alternativa a Tudanca, algo que no está nada claro y para lo que debería reunir los avales necesarios -se exige un 6% en una federación con un censo de casi 10.000 afiliados-, la militancia habría votado en primarias al secretario general el 9 de noviembre. En caso de necesitarse una segunda votación habrían acudido a las urnas una semana después.
La impresión entre los críticos a Tudanca es que ese calendario dificultaba la presentación de una candidatura alternativa. El apoyo, con un margen tan amplio, del comité autonómico al calendario de primarias reforzaba además al líder territorial, según sus partidarios. El ministro de Transportes, Óscar Puente, que además es el secretario provincial de Valladolid -no asistió al comité autonómico- se ha descartado para postularse frente a Tudanca: “No. Absolutamente no. Yo no sería un buen candidato a Castilla y León. Soy de Valladolid y se me ve como un centralista. Esa tarea es para alguien con un perfil distinto al mío. Lo que sí tengo claro es que Castilla y León necesita poner fin a 40 años de gobiernos del PP con un presidente actual, Alfonso Fernández Mañueco, muy mediocre”, afirmó en conversación con EL PAÍS. Tampoco parece animada a dar el paso Ana Redondo, la ministra de Igualdad, otro nombre que ha sonado. Pero la incógnita principal era cómo reaccionaría Ferraz a sus desavenencias con Castilla y León. Lo hizo en menos de 24 horas y sin medias tintas. En la sede del PSOE reprochaban “que no haya habido voluntad de pactar un calendario con la dirección federal, como se propuso a todas las federaciones”, para que el partido se centrara “en el gran debate de ideas” del proyecto socialista de cara al Congreso de Sevilla. “El secretario general -en alusión a Sánchez- pidió al partido ir por delante del Gobierno y liderar. Esa es la orientación política que se da desde Ferraz, y la que propone el secretario general en el último comité federal. Ese fue el calendario propuesto”, concluían. Horas después, llegó el golpe de mano de Ferraz.