Solo había pasado media hora en el Olímpico de Roma y la Real Sociedad ya tenía el partido perdido, con tres goles en contra y en inferioridad numérica, después de la expulsión por doble amarilla de Aihen Muñoz, demasiado ingenuo frente a un árbitro de mano ligera. La Lazio aprovechó todas las debilidades realistas, incluso la falta de finura en el remate, para poner distancias enseguida.
3
Christos Mandas, Adam Marusic, Nuno Tavares (Fisayo Dele-Bashiru, min. 42), Mario Gila, Alessio Romagnoli, Mattia Zaccagni (Loum Tchaouna, min. 55), Mattéo Guendouzi, Gustav Isaksen (Tijjani Noslin, min. 55), Nicolò Rovella, Boulaye Dia (Mahamadou Balde, min. 75) y Valentín Castellanos (Pedro, min. 45)
1
Álex Remiro, Igor Zubeldia, Aihen Muñoz, Nayef Aguerd (Jon Pacheco, min. 70), Jon Aramburu, Takefusa Kubo (Ander Barrenetxea, min. 45), Sheraldo Becker, Brais Méndez (Javi López, min. 35), Martín Zubimendi (Aritz Elustondo, min. 45), Luka Sucic y Mikel Oyarzabal (Pablo Marín, min. 45)
Goles
1-0 min. 4: Gila Fuentes. 2-0 min. 31: Zaccagni. 3-0 min. 33: Valentín Castellanos. 3-1 min. 81: Barrenetxea
Arbitro Lawrence Visser
Tarjetas amarillas
Nicolo Rovella (min. 6), Aihen Muñoz (min. 11), Martín Zubimendi (min. 38), Zaccagni (min. 52)
Tarjetas rojas
Aihen Muñoz (min. 29)
A los cinco minutos ya estaba en ventaja el equipo romano, después de un balón suelto en el área pequeña, tras el lanzamiento de una falta, que le cayó a los pies al central Mario Gila y fusiló a Remiro. Con el gol entró en pánico la Real en todas las acciones a balón parado y en cada acercamiento al área. Mulai Dia estrelló su disparo contra Remiro desde muy cerca, y en la siguiente jugada, Brais Méndez salvó bajo el larguero, y con ayuda de la tecnología de gol, el segundo de la Lazio.
Llegaron entonces los fugaces mejores minutos realistas, con un disparo de Sucic, desde la frontal, que se estrelló en el poste, y una carrera de Sheraldo Becker, que acabó con un disparo flojo. Pero a partir de ahí se acumularon las desgracias para la Real, porque el árbitro austríaco andaba rápido a la hora de desenfundar las tarjetas y Aihen Muñoz no calibró tal circunstancia y obstruyó el paso de Isaksen junto a la línea lateral. Vio su segunda amarilla y tuvo que irse. No habían pasado dos minutos, Imanol todavía no había podido ajustar las líneas, cuando la Lazio consiguió el segundo gol, después de un pase de la muerte de Isaksen que Zaccagni remató a placer desde el punto de penalti. Y todavía sin asimilar el revés, llegó otro, que sentenciaba a los donostiarras, cuando Castellanos remató de cabeza un centro desde la izquierda de Tavares.
Imanol trató de tapar la sangría sacando de campo a Brais Méndez y colocando a Javi López, pero solo fue una maniobra para limitar los daños, aunque dando el partido por amortizado. Y a la salida de los futbolistas tras el descanso se ratificó esa idea, porque el técnico de la Real dejó en la ducha a Take Kubo, Oyarzabal y Zubimendi, sus jugadores franquicia, porque se le vienen encima dos semanas complicada, con cuatro partidos entre Liga, Copa y el último choque de la liguilla europea frente al Paok el próximo jueves.
Así que la segunda parte la tomaron los dos equipos a título de inventario. La Real se juntó atrás y el equipo romano decidió jugar con tranquilidad, sin precipitarse, acosando el área de Remiro, pero sin pisar el acelerador hasta el fondo. La posesión de la Lazio se disparó y Mandas, el portero local, vio toda la segunda parte desde muy lejos, y solo el disparo del eternamente joven Pedro Rodríguez, el campeón del Mundo con España, hace ya 15 años, que golpeó en el larguero, sacó a los espectadores del bostezo.
Eso, y el gol de Barrenetxea en los últimos minutos, al cabecear un centro de Aramburu, y que llevó la única alegría para los seguidores donostiarras, que se vuelven de Roma con las malas noticias de las agresiones de la víspera en las calles de la ciudad y el resultado del partido sobre el césped.